Los centros educativos son los pilares de todo desarrollo y para lo cual se deben crear ambientes seguros en éstos. Los docentes y estudiantes han sido un flanco para la delincuencia, para lo cual, se hace necesario prevenir riesgos del entorno.  Los riesgos del sector se traducen desde los delitos informáticos, la inseguridad de las instalaciones y del entorno.

 Es por eso que, para dar solución a estos inconvenientes se hace necesario contar con personal especializado en seguridad integral como apoyo que oriente a la práctica de la seguridad de información con un control de alarmas a los ataques cibernéticos, cuya intención es la de fortalecer estas tecnologías en los centros educativos, recibiendo la asesoría en la implementación de hardware y software.

La inseguridad física es otro aspecto que se presenta en las instituciones educativas, para lo cual se debe proporcionar un control continuo al personal autorizado cuyo fin es el cuidado de las instalaciones y de las personas. Es por ello, que los mecanismos digitales de videovigilancia logran una reacción automática y eficaz adelantándose a los hechos.